¿Cómo se escribe una sonrisa, una sonrisa así?
Agosto 12, 13 y 17 de 2013
DO YOU FEEL LIKE COLDPLAY TOO?
Sonriendo a media habitación.
Digamos que así me he encontrado ultimamente, y quizá lo que me gusta, aparte de la razón, es que al descubrirme así río aún más, y solamente me dan ganas de eso.
Hoy, por un momento, viendo por la ventana, me di cuenta de lo especial que es todo esto, y fue más un sentimiento que pensamiento, de esas cosas que se entienden sólo en ese pequeño instante y en las secuelas del mismo.
Hay veces en las que siento que pierdo la cabeza por completo, o más bien, son momentos en los que me pertenece solamente a mí... La mayoría del tiempo tengo ese presentimiento de que más de alguien puede adivinar lo que estoy pensando, pero los momentos de los que hablo son esos en los que me rodea nadie, cuando me permito gritar mis deseos en mi mente, o incluso en la oscuridad, cuando me permito recordar pequeñas cosas y pensarlo.
Pensarlo, eso es lo que he estad haciendo, constantemente. Para mí es un lujo, todo lo contrario a una obligación, y no podría explicar lo mucho que eso me fascina.
Hablarle porque me nace hacerlo, me encanta hacerlo. Me gustaría poder tener siempre algo que decirle, pero eso es parte del gusto que me da hablarle, no siento la necesidad de rebuscar un tema, no siento necesidad de absolutamente nada. Es algo así como enamorarse del simple estar, pasar.
DO YOU FEEL LIKE COLDPLAY TOO?
Sonriendo a media habitación.
Digamos que así me he encontrado ultimamente, y quizá lo que me gusta, aparte de la razón, es que al descubrirme así río aún más, y solamente me dan ganas de eso.
Hoy, por un momento, viendo por la ventana, me di cuenta de lo especial que es todo esto, y fue más un sentimiento que pensamiento, de esas cosas que se entienden sólo en ese pequeño instante y en las secuelas del mismo.
Hay veces en las que siento que pierdo la cabeza por completo, o más bien, son momentos en los que me pertenece solamente a mí... La mayoría del tiempo tengo ese presentimiento de que más de alguien puede adivinar lo que estoy pensando, pero los momentos de los que hablo son esos en los que me rodea nadie, cuando me permito gritar mis deseos en mi mente, o incluso en la oscuridad, cuando me permito recordar pequeñas cosas y pensarlo.
Pensarlo, eso es lo que he estad haciendo, constantemente. Para mí es un lujo, todo lo contrario a una obligación, y no podría explicar lo mucho que eso me fascina.
Hablarle porque me nace hacerlo, me encanta hacerlo. Me gustaría poder tener siempre algo que decirle, pero eso es parte del gusto que me da hablarle, no siento la necesidad de rebuscar un tema, no siento necesidad de absolutamente nada. Es algo así como enamorarse del simple estar, pasar.
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