Nueve de agosto.
Agosto 9,11 y 13 de 2012
"A REASON FOR ALL THAT I DO
AND THE REASON IS YOU."
- THE REASON - HOOBASTANK
Puedo jurar que recordaré este día como uno de los mejores de mi vida. Todo lo que me importaba estaba bien. Era como si hubieran decidido que iban a construir mi día perfecto, y, la verdad, fue como si lo hubieran escondido para que luego lo abriera como una niña arrancando ansiosamente la envoltura de su regalo.
Las nubes abrazaban el cielo como si nunca fueran a soltarlo. Me consumían risas ajenas a mí. Pensé que sería todo lo contrario a bueno. Pero luego me escuché reír, y mi risa favorita acompañaba la mía.
Y después la canción, esa canción. ¿Qué mejor que dejar todo para oír tu canción favorita y cantarla como si toda tu felicidad dependiera de ello?
Había olvidado que escuché el poema, aquel en el cual no dejo de oír tantos sueños que había dejado caer. "Es tan corto el amor y tan largo el olvido*" decía.
Y el piano que acompañó mis lágrimas mucho tiempo ahora hacía que todos esos soles brillaran dentro de mí.
Eso fue todo como aquellos suaves poemas que suenan grandioso y jamás te aburren.
Luego salir corriendo bajo la lluvia mientras sentía cómo me empapaba, era como si al fin pudiera huir de todo lo que me atormentaba, como si pudiera correr en todos esos charcos sin sentir la necesidad de secarme.
Y luego gritar a todo pulmón, riendo aparentemente sin ningún motivo en especial.
Todo era genial. Fue genial.
¿Y lo mejor? Quedarme hablando con mi persona favorita, una de las que más quiero. Fue sentirme cómoda con lo que era y decía... con lo que soy. Y sé que jamás se repetirá, pero también sé que es sólo el principio de todo lo que vendrá.
*Poema 20 - Pablo Neruda
"A REASON FOR ALL THAT I DO
AND THE REASON IS YOU."
- THE REASON - HOOBASTANK
Puedo jurar que recordaré este día como uno de los mejores de mi vida. Todo lo que me importaba estaba bien. Era como si hubieran decidido que iban a construir mi día perfecto, y, la verdad, fue como si lo hubieran escondido para que luego lo abriera como una niña arrancando ansiosamente la envoltura de su regalo.
Las nubes abrazaban el cielo como si nunca fueran a soltarlo. Me consumían risas ajenas a mí. Pensé que sería todo lo contrario a bueno. Pero luego me escuché reír, y mi risa favorita acompañaba la mía.
Y después la canción, esa canción. ¿Qué mejor que dejar todo para oír tu canción favorita y cantarla como si toda tu felicidad dependiera de ello?
Había olvidado que escuché el poema, aquel en el cual no dejo de oír tantos sueños que había dejado caer. "Es tan corto el amor y tan largo el olvido*" decía.
Y el piano que acompañó mis lágrimas mucho tiempo ahora hacía que todos esos soles brillaran dentro de mí.
Eso fue todo como aquellos suaves poemas que suenan grandioso y jamás te aburren.
Luego salir corriendo bajo la lluvia mientras sentía cómo me empapaba, era como si al fin pudiera huir de todo lo que me atormentaba, como si pudiera correr en todos esos charcos sin sentir la necesidad de secarme.
Y luego gritar a todo pulmón, riendo aparentemente sin ningún motivo en especial.
Todo era genial. Fue genial.
¿Y lo mejor? Quedarme hablando con mi persona favorita, una de las que más quiero. Fue sentirme cómoda con lo que era y decía... con lo que soy. Y sé que jamás se repetirá, pero también sé que es sólo el principio de todo lo que vendrá.
*Poema 20 - Pablo Neruda
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